La Concepción

Las palabras son herramientas de alta precisión en la creación interna de la realidad. De lo que cada uno, y todos, entendemos por la realidad. Algunas palabras tienen la capacidad de darnos una imagen que resume una vivencia amplia y compleja. Pienso hoy una palabra, y una imagen que vale más de mil. La concepción.
Esta es una imagen del proceso de concepción de la vida humana. No es un momento, es un proceso que dura horas. Desde que óvulo y espermatozoides se encuentran, una conversación bioquímica comienza, y mientras danzan y giran, abren la posibilidad de una nueva vida llena de posibilidades.
No sucede en un instante. No se trata de quién llegue primero, ni de quién sea más fuerte.
No existe una penetración que logra atravesar la membrana del óvulo. Esto es una imagen que hemos creado. Al observar lo que sucede, vemos otra cosa.

Óvulo y espermatozoide son muy distintos, precisan tiempo para encontrarse.


Logran unirse después de un proceso de encuentro y transformación mutua. Para lograrlo, ambos escuchan al otro, y van cambiando sus estructuras; su capacidad de transformación al estar en contacto con el otro es lo que les da la posibilidad de fusionarse.
El óvulo está rodeado por una comunidad de células, la corona radiata, ellas son las que median y cuidan, con ellas se encuentran las células espermáticas al buscar al óvulo. Aquí comienza el diálogo. En la medida en que encuentran compatibilidad bioquímica, las células de la corona van abriendo camino hacia el óvulo, en la medida en que el espermatozoide va disolviendo su coraza, va encontrando que se abre el camino. No es una cuestión de velocidad ni de fuerza, no es una lucha lo que sucede.
Se trata de ser el adecuado, en el momento preciso, de estar en el lugar correcto. Se trata de un Sí a la vida, de aceptar que lo que nos sucede nos cambiará de forma. Lo que sucede es danza y diálogo. Transformación.

Concepcion Nuakea

No es que traemos hijos al mundo, les damos las condiciones para que vengan, y dar el Sí a la vida, sucede más allá de donde están las palabras. Sin embargo, esta imagen nos da la posibilidad de un nuevo punto de partida. Entender que la vida siempre es amable en sus procesos, que llevar adelante sus proyectos requiere las condiciones adecuadas, que está en esa vida que comienza en dar el Sí, que nosotros somos vehículos para que la vida se cree a sí misma es un principio, un punto de partida.
En una concepción se deciden cosas muy importantes, corresponde a ambas células hacerlo, y si llegan a un acuerdo, se creará el zigoto, que ya no es una célula, es un ser humano, con un organismo propio, con un propio código genético, con un cuerpo de una célula, que comienza su propia historia de vida.
 Publicado en Red Nuakea